La suerte hay que ayudarla, reza un refrán muy cierto. Esa ayuda puede consistir en mayor esfuerzo, mejor concentración, buena predisposición, etc, etc...
Ahora, cuando uno pone TODA la carne al asador, afila bien el cuchillo o se pone la mejor camisa para salir, se perfuma hasta el upite y aún así la suerte no acompaña... no hay mucho que se pueda hacer en este juego de la incertidumbre, nuestro gran juego que es la pesca.
El pasado fin de semana llevamos a cabo la 8° edición anual de encuentro pesqueril en el Mini (ha cambiado de sede unas veces, pero uno vuelve al primer amor).
El que lee este blog habitualmente va a entenderme. Una vez confirmada la excursión con 2 noches en el Motonáutico y cordero mediante, mi inmediata reacción fue :" no voy a preparar nada del bolso de pesca, voy asi nomás, como quien no quiere la cosa" es que las cosas con poca preparación suelen salir mas espontáneas (huelen a falso desintéres).
Esto no era ni mas ni menos que hacerme el dolobu para tentar a la SUERTE y que nos de una pesca digna después de varios desencuentros.
La camaredería y compañerismo que reina en nuestros encuentros tapa cualquier tipo de frutración de pesca, eso está más que claro. Si a esto le sumamos la onda que tiene navegar por el río de noche, los olores y colores que tiene el delta y la comida y BEBIDA que hubo en estos 2 días... el saldo es más que positivo.
Amistad, río, pesca, tranquilidad, risas, cordero, cerveza y furibundos panqueques. Este sería un escueto resumen de lo vivido. Acá van algunas fotos.
PD: No está dicha la última palabra Rio de la Plata... volveré por la revancha...
Morris.
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